Recuerdos de una tarde de verano...

jueves, 21 de enero de 2010



Sé que normalmente escribo noticias graciosas o curiosas (bajo mi limitado punto de vista en términos de definición de lo que es gracioso o lo que es curioso), pero hoy me vais a permitir salirme un poco de esta tónica.

Siempre he sido una persona con un carácter muy difícil, con cambios constantes de visiones y muchas veces cegado por la falta de razón intento llevar mis acciones al límite a pesar de estar errado en múltiples ocasiones.

No penséis que voy a soltar aquí una chapa sobre mí y mi dura infancia/adolescencia (si bien es cierto que mi adolescencia, como bien sabe mi hermano semi biológico, no fue en absoluto sencilla). A pesar de esto, y gracias al apoyo que tú, Gor, me has dado durante casi 10 años de vida ya, este post va por ti.

Os sitúo: último año de la E.S.O, 15 años ambos, y en plena lucha de hormonas en nuestro cuerpo aprovechamos para retar a los profesores en un partido de futbito 5 contra 5 (como es lógico y natural ahora que lo pienso).

Recuerdo que era un Jueves por la tarde, y por nuestro equipo teníamos unos 2 o 3 jugadores de fútbol (Jugones que se llama), incluyendo el portero “GORKLUIGGI BUFFON”, como bien rezaba en su sudadera. El problema llegó a los 5 minutos de calentamiento, cuando fuimos testigos de que la temperatura llegaba a unos grados que no permitían jugar con sudadera sin caer en una lipotimia.

Como ya he dicho, teníamos unos 7 jugadores, 4 jugones (incluyendo al portero) y 3 bandarras [y yo de entrenador, lo cual me lleva a pensar que no sé que es más aterrador de todo]. En el equipo contrario se encontraban hombres hechos y derechos de edades comprendidas entre los 25 y los 35 años (el profesor de Tecno, el sustituto de toda la vida, el de Lengua del grupo de A…) lo cual nos llevó a la mayoría a replantearnos el salir al campo a jugar.

El calentamiento también pintaba mal: mientras en nuestro equipo el portero y los otros 3 entendidos tocaban bastante bien la bola, los otros 3 luchaban por no chocar cabeza con cabeza unos contra otros (como en el capítulo de los Simpson donde la hermana de Marge y Hans Topo tienen hijos). Además, si mirabas al otro lado del campo veías como las feromonas de los profesores azuzadas por las ansias de revancha por tanto vacileo, escaqueo y vagueo en clase hacían que estos chutasen a una velocidad que nos hacía replantearnos otra vez el sacar de centro.

Pero como éramos adolescentes, de género masculino y además de un pueblo minero, pues salimos a jugar. Y en un principio el resultado era penoso… 3-0 en los primeros 5 minutos… no sabíamos qué hacer, los jugones se veían desbordados por los cuerpos de hechos y derechos que tenían enfrente, así como por el lastre que suponía tirar adelante con las personas que no sabían jugar (y que curiosamente a pesar de ver que el partido era una masacre, se negaban a ser cambiados).

Al de 15 minutos de la primera parte el profesor de Lengua de modelo A cae al suelo. La cara de dolor nos lo dice todo: está fuera. Entro al campo y ayudo al otro entrenador (no recuerdo que profesor era) a sacar al lesionado del campo. Y lo dejo tirado en la banda; tenía un equipo del que cuidar.

Voy haciendo cambios al mas puro estilo encaje de bolillos y veo que realmente el problema residía en hacer jugar a los dos maulas a la vez. Así que tiro de cambio y pongo a los 4 buenos y a un maula. El sacado del terreno serviría como comodín para el jugón que estuviese cansado.

La lesión nos favoreció, ya que poco a poco su velocidad iba mermando (por los años de tabaco, alcohol y otros malos hábitos que nosotros empezábamos a descubrir a esa tierna edad) así que nos aprovechamos y empezamos a jugar a la contra al mas puro estilo joga bonito.

Los córners eran una tranquilidad para nosotros: Gorka (ya sin la famosa sudadera con el nombre con cinta aislante hecho) era imbatible por arriba. Nada pasaba. La paraba con toda la tranquilidad, miraba arriba, armábamos la contra y anotábamos. Era increíble.

Pero como éstas cosas solo pasan en Oliver y Benji (además de en el mundialito de clubes) nuestra tendencia al alza se vio frenada por un par de individualidades de ellos que acabaron en gol (poner a un maula en defensa siempre se paga, pero ponerlo de delantero podría habernos desesperado más aún).

Empezó la segunda mitad con una tendencia similar. 8-6 ibamos por detrás, pero ellos volvían a acusar el cansancio y la falta de un jugador de refresco. Yo seguía intercambiando a los maulas, pero tenía un doble problema: eran maulas si, pero además estaban cansados.

Increiblemente, y gracias a la zurda prodigiosa de nuestro delantero, logramos ponernos 9-8 a falta de 3 minutos para el final. Yo me movía como Jokin Caparrós por la línea amarilla pintada en el cemento del patio del colegio mientras miraba el reloj y al árbitro con ansia.

Pero en un despiste arriba ellos montan una contra. El eterno sustituto que lo mismo te daba inguru que mate sale disparado hacia nuestra portería. El profesor de tecnología le sigue a la par en la otra banda. “Estamos jodidos..” pensamos todos.
Poco a poco el iba ganando terreno a medida que nuestra desesperación iba ganándolo también en nuestra mente. Recuerdo esos segundos a cámara lenta, pero con una precisión increíble: yo estaba en la banda derecha, ignorando al maula que me pedía salir (no ves que ahora es el momento menos oportuno para salir?) y miraba a Gorka con la esperanza puesta en algo que era casi imposible que pasara: un 2 para 1 en paralelo. Tenía que decantarse por un lado.

Miré al otro campo: nuestros jugadores corrían, pero mientras ambos delanteros contrarios acechaban el borde del área, los nuestros tan sólo habían llegado a medio campo. Será hijoputa el eterno sustituto… todo el partido fundido para resurgir ahora…

Llegó el momento: el eterno sustituto amaga un pase al de tecnología, con lo que Gorka da un paso hacia el cuando de repente, y para temor de todos tira colocado al palo contrario. ¡Nos habíamos comido el amago todos!.

Mientras mirábamos como el balón se dirigía al lado contrario al que Gorka había dado el paso vi como una mancha negra bajaba desde unos 10/15 centímetros del suelo para aprisionar un balón con tal fuerza que se quedó parado entre la sombra y el suelo.

Y era el pie izquierdo de Gorka.

Increíblemente, casi se había abierto de piernas para detener el balón. El eterno sustituto no podía creérselo, y echó a correr en dirección al balón, a sabiendas que la posición del portero era precaria y no aguantaría un chute. Pero nuestro chopo, al más puro estilo Buffon se tiró al cemento protegiendo el balón con el cuerpo.
Y tres pitidos dieron por finalizado el partido del año en el colegio. Tras pitar, salimos todos corriendo para felicitar al portero que nos había salvado de los vacileos de los profesores, mientras éstos se iban discretamente para no aguantar lo propio.

Al final lo celebramos más que el Barça las 6 competiciones…

9 comentarios:

Unknown dijo...

JAJAJAJAAJJAJA

eres el mas grande ima

Noltxu dijo...

Esto es un mensaje para Pablo (el eterno sustituto: Vaya pena que diste majo... todavía hoy, cerca de 6 años después, seguimos riéndonos de ti kaljdfaljdfsa

Xabier Martínez dijo...

Joder! Puto texto, me ha tenido en ansias todo el rato mientras lo leía. No sé quien es mejor, si Gorka como porterazo de la selección de Lasalle o Ima como cronista!! Jajajaja.

En cualquier caso enhorabuena a los dos por ser tan grandes figuras de este mundo.

Un abrazo para los dos de uno que os quiere

Xabi.

Iraide Fernández Aragón dijo...

"Era el pie izquierdo de Gorka" jejeje, me ha encantado. Con que pasión lo cuentas jeje.
La historia en principio no tendría xk interesarme, ya que versa sobre deporte, más concretamente fútbol, pero lo cierto es que he leído todo de un tirón sin perder el interés y me ha encantado.
Zorionak!

PD: Queremos una foto de la sudadera con cinta aislante.

Aitortxu. dijo...

A nosotros no nos dejaban llevar camisitas creativas, solo el maldito chandal del colegio.

Algún consejo para librarse de la clase de ginnasia?

Iraide Fernández Aragón dijo...

No creo que exista nadie en el planeta que sepa más que tú Aitor: se me ha olvidado la mochila, me duele X, el médico me ha dicho que no haga esfuerzos, tengo alergia, tengo asma, tengo la lepra...

Noltxu dijo...

Vaya par de hermanos... si es que conocerles es quererles!

Unknown dijo...

en nuestro caso además era mejor hacer gimnasia que no hacerlo, si no te tocaba estar en la biblioteca haciendo el pedazo trabajo de los deportes más rebuscados del planeta

Noltxu dijo...

o de los montes vascos!